Turismo
Enoturismo: tres puntos ideales para disfrutar de bodegas en ciudades bonaerenses
Las ciudades de Campana, Cañuelas y Coronel Pringles ofrecen cultivos de diferentes variedades de uvas con las que se elaboran vinos que tienen el sello distintivo de cada región y donde las bodegas bonaerenses brindan inolvidables experiencias de enoturismo.
La Subsecretaría de Turismo de la provincia destacó a través de un comunicado que en Campana existen lugares como Bodega Gamboa, cuyos campos se encuentran sobre el kilómetro 65 de la Ruta Nacional 9, a tan solo una hora de Capital Federal y a una hora y media de La Plata.
“Nació con el sueño de plantar un viñedo y elaborar vinos en provincia de Buenos Aires, y después de años de trabajo fue posible”, afirmó Eduardo Tuite Gamboa, quien eligió el apellido materno para describir el espíritu familiar del proyecto que cumplió doce años.
La belleza natural, su ubicación cerca de la reserva Otamendi, una pequeña laguna, y el suelo francoarcilloso -perfecto para cultivar uva que se pueden vinificar- lo convirtieron en el lugar indicado donde desarrollar la iniciativa soñada.
“Enrique Mirazo -ingeniero agrónomo que reside en Uruguay- fue una incorporación clave ya que trabaja en varios viñedos del país oriental que están a la misma latitud que Gamboa”, aseguró Eduardo.
La bodega tiene una pequeña producción de vinos con trescientas botellas de cada cepa: malbec, pinot noir y cabernet franc, que solo se pueden degustar en Casa Gamboa, durante las visitas guiadas, de miércoles a domingo y feriados, de 11:00 a 17:00.
La recorrida por los viñedos está a cargo de una técnica enóloga que describe la historia del emprendimiento y detalla las propiedades de las plantaciones.
Por otro lado, en Cañuelas, se destaca el Pueblo Turístico de Uribelarrea. donde en 2011 Horacio Spinazzola comenzó a materializar su deseo de continuar allí con una tradición familiar: la producción de vinos.
Spinazzola plantó sus primeras vides y le dio origen a Vinos Uribelarrea de la finca Don Atilio, donde se cultivan los varietales syrah, merlot, sauvignon blanc, pinot noir, y principalmente las uvas tintas tannat por su buena adaptación al clima de la región.
“Hace poco sumamos el pet nat -abreviatura del francés Pétillant Naturel-, un vino espumante bajo en contenido de alcohol, elaborado con el método ancestral de fermentación en botella. En la provincia de Buenos Aires somos los únicos que lo producimos”, explicó Spinazzola, quien agregó que “son vinos naturales, con poca intervención química y muy bajos en sulfitos”.
El sábado 17 de septiembre se abrirán las puertas de la finca para vivir una experiencia imperdible de enoturismo que incluye recorrida por las plantaciones y degustación de tres vinos con maridaje de quesos, fiambres, empanadas, dips y bruschettas.
En tanto, en la estancia La Catalina, al pie de las sierras de Pillahuinco, en el partido de Coronel Pringles, crecen los viñedos de la bodega Myl Colores sobre la ruta 51, a 30 kilómetros de la ciudad cabecera del municipio.
En la viña, que se encuentra a 303 metros de altura sobre el nivel del mar y a unos 100 kilómetros en línea recta del mar, las variedades plantadas son malbec, chardonnay, pinot noir y tannat.
La Casa de Campo de la estancia ofrece la posibilidad de alojarse frente a los viñedos y disfrutar de una estadía relajada en las postales serranas.